Tegucigalpa fue fundada por un grupo de españoles con el nombre de Real Villa de San Miguel de Tegucigalpa de Heredia el 29 de septiembre de 1578 sobre un antiguo poblado indígena existente. En esa época el área de Tegucigalpa era un centro de actividad minera donde se extraía especialmente plata y oro. Durante todo el período colonial la aldea tuvo un carácter minero, extrayéndose minerales desde el cerro El Picacho y en la zona montañosa de San Juancito. Al devenir la independencia del país la capitalidad de la República de Honduras pasó de Tegucigalpa a Comayagua y viceversa en varias ocasiones, hasta que en 1880 quedó definitivamente establecida en Tegucigalpa.
El primer alcalde de Tegucigalpa, Juan de la Cueva, nunca se imaginó que aquella encantadora y pintoresca ciudad, se convertiría años más tarde en la zona más importante de Honduras, funcionando las principales oficinas del Estado y sector privado. Fue fundada en 1578, como centro minero, y de la Cueva fue nombrado alcalde en 1579. La población fue denominada "Real de Minas de Tegucigalpa", obteniendo el título de Villa de San Miguel de Heredia. En 1821 fue elevada al rango de ciudad.
En 1824, el primer congreso de la República de Honduras decretó que las dos ciudades principales del país alternarán como capital del Estado, pero el 30 de octubre 1880 se trasladó la sede del Gobierno definitivamente a la ciudad de Tegucigalpa como capital del Estado. Se decreto que residirían en ella autoridades civiles, excepto la Corte Suprema de Justicia que residirá en Comayagua. Trasladando de inmediato las oficinas dependientes del Gobierno Supremo. La ciudad estaba bellamente enclavada en una altiplanicie, circundada por montañas de perenne verdura y regada por dos ríos, el Río Grande y el Rio Chiquito. El primero separa a las ciudades gemelas de Tegucigalpa y Comayagüela, que se comunican por un puente de mampostería de siete arcos, construido por Narciso Mallol. Desde 1898 se dispuso que las dos ciudades formasen la capital, pero manteniendo nombres separados, con dos gobiernos municipales, contando con unos 40 mil habitantes y el distrito central, incluyendo poblaciones circunvecinas, reunía más de 50 mil almas.
Cuenta la historia que durante años, la capital de Honduras estuvo situada en Comayagua, ciudad colonial, construida en un fértil valle equidistante entre los dos océanos que bañan las costas de Honduras. Cuenta la historia que el Dr. Marco Aurelio Soto, Presidente de Honduras, se casó con una mujer de Tegucigalpa, misma que fue despreciada por la alta sociedad de Comayagua, y que ante tal desprecio, el Dr. Soto tomó la decisión de trasladar la sede de la capital a Tegucigalpa.
De esta manera, Tegucigalpa, o "Tegus" como afectuosamente se refieren los capitalinos a su ciudad, pasó de ser un importante centro minero a la capital de la República.
El nombre Tegucigalpa, dicho sea de paso, tiene su origen de la lengua náhuatl, y significa nada más y nada menos que montaña de plata.
Hoy la capital de Honduras ha dejado de ser un pequeño pueblo, y con una población de aproximadamente un millón de habitantes. Situada en un valle y rodeada de montañas cubiertas con pinares, contrastan las antiguas construcciones coloniales con las modernas. Tegus es, sin lugar a dudas, una de las ciudades en donde es fácil perderse. A pesar de la herencia cultural de los españoles, la ciudad no está trazada en forma cuadriculada a partir del parque central. Para confundir aún más la situación, Comayagüela, la ciudad hermana de Tegucigalpa, se ha convertido en una sola gran ciudad junto con esta última.
como se a transformado nuestra tegucigalpa desde q eramos um plueblo hasta ahora cuantos cambios an concurrido
ResponderEliminardavid alfredo espinal